Meditación para hablar con tu niño/a interior

Esta es una meditación de seguimiento al reto de 21 días Volver al amor que ya encuentras disponible en este blog.

Hoy quiero contribuir un poco más a ayudarte a abrir canales de comunicación con tu interior. En la pasada Meditación para abrir tu corazón trabajamos la apertura del chakra corazón a través del perdón, el reconocimiento y la gratitud.

Para continuar esa apertura, hay que identificar cuáles son las heridas profundas, las cosas que deseábamos que nos dijeran o que nos dieran cuando fuimos niños y lo que no.

Para que eso ocurra, hay que hablar. Iniciar la conversación.

Enfatizo en esta palabra, «hablar», porque cada persona tiene heridas o bloqueos muy profundos de esta vida o de pasadas y reconozco hay maestros espirituales dedicados al trabajo profundo de sanación.

Para sanar, hay que identificar el síntoma y la raíz de la enfermedad.

Esta meditación guiada puede ayudarte si:

  • Sientes que repites patrones y situaciones de dolor
  • Sientes que no estás conectado, no sabes hacia dónde vas ni por qué nadie te entiende o te escucha
  • Sientes que andas un camino a ciegas y que ves un futuro que no llega y te ves en la necesidad de un consejo de tu futuro yo
  • Deseas reconectar con tu voz interna y con los deseos de tu alma

Repite esta meditación con el audio o por tu cuenta las veces que quieras. Accede y permítete este camino de conexión.

Namasté,

Natalia

El culto a Frida y el amor que elegimos vivir

En ese culto a Frida y todo lo que nos educaron representa su figura, olvidamos que ella siempre eligió.
A quién amar, cómo amar y qué recibir.
Alabamos su transformación del dolor y sufrimiento en arte pero no cuestionamos su vida. Porque, ¿para qué?
Esa reflexión es la que me llevo de mirar más allá de este (no tan nuevo) cuadro, esta interpretación.
Una decide qué merece, una ELIGE cómo desea ser tratada, una establece las pautas de qué clase de amor quiere y se permite vivir.
Una elige siempre qué dar, qué quiere recibir, con qué se va a conformar.
Una elige qué esconde, qué revive, qué ignora, qué llora.
Una SIEMPRE elige cómo y a quién amar.
Y ese (re)conocimiento, por más sencillo que parezca, es poder.

-Natalia Bonilla