Por qué nos asusta «sanar»

Lo pongo en comillas porque, dependiendo de la persona, puede tener diferentes significados.

El mío es el siguiente: atender lo que duele, rechazo y no quiero bregar.

Eso incluye bloqueos emocionales, físicos, mentales. Creencias que me limitan, personas que me lastiman (o permito que así ocurra) con sus palabras y acciones. Alimentos, alergias, lugares, relaciones y la lista sigue.

Yo le he perdido el temor en reconocer el trabajo que hago dentro de mí. E, increíblemente, he recibido apoyo de muchas personas y el reproche de otras.

Críticas sobre «pero, ¿por qué tienes que decir que estás sanando?», «¿a quién le importa que sanes?», «¿cuándo terminarás de sanar?».

Hoy se sumó un nuevo mensaje «¿por qué dices que estás sanando? Eso suena muy egocéntrico».

Reparé en ese pensamiento lo suficiente para comprender dos cosas:

  • Que el ser humano nunca deja de sanar. Podemos postergarlo si queremos, eso es una decisión. Lo reconozcamos o no, todos los días recibimos aprendizajes en nuestra forma de percibir la vida y actuar en ella.
  • Que uno escucha lo que quiere oír y uno ignora (y rechaza) lo que no le interesa.

Y esta última frase la tomo con pinzas porque si algo agradezco de mi tiempo en México fue conocer tantos hombres y mujeres que asistían a cursos y meditaciones y siempre estaban buscando formas de mejorar y apuntarse a nuevos eventos de crecimiento. Por un tiempo lo vi como… «ay, esta gente nunca termina de sanar» y luego entendí que… «todos sanamos a velocidades distintas».

Al regresar a Estados Unidos, la sanación se ve como algo distinto. Sanar, en ocasiones, es visto como un verbo malo si no adelantas el resultado. ¿Sanaste? No, aún no. Ok, entonces a ver qué haces.

Porque,

Vas al doctor si te sientes mal. 

Nadie tiene por qué saber que algo te duele. 

No tienes por qué compartir que sanaste. Si lo haces, estás buscando atención o que te tengan pena.

¿Otra vez con el mismo problema? Busca ayuda. 

La sanación se ve como algo externo. Mejor dicho, sólo un profesional puede ayudarte. Si das a conocer tu historia, valiente de ti pero pobre a la misma vez porque no tienes que recurrir a ser el «centro de atención». Te estás revictimizando, si lo haces. 

Es en este espiral que nos embotellamos las cosas. Que no compartimos lo que sentimos por miedo a ser juzgados y que ese juicio que lastima nos ponga en alguna de las siguientes categorías:

A. Loca

B. Dañada

C. Peligrosa

D. Víctima

E. Incapaz de ser adulta

De los juicios les hablaré en otro post porque estoy leyendo una gran obra al respecto pero quería compartirles que es de valientes reconocer públicamente que somos humanos. 

Es de valientes responsabilizarnos por nuestra sanación. Y solicitar y aceptar ayuda cuando no podemos solos.

Es de valientes no comenzar una nueva relación para «llenar un vacío» o para «sanar una pasada» o porque «un hombre apareció y te está presionando para salir contigo».

Es de valientes reconocer que los tiempos de cada cual son diferentes y no por eso, son menos válidos. Que una persona sane en un mes y otra en cinco años, no la hace más o menos «sana».

Todos sentimos y percibimos lo que nos ocurre en el mundo en intensidades distintas.

Es de valientes querer sanar y no frenar nuestro proceso porque otra persona lo vea incorrecto o te diga, «estás muy expuesto».

Como émpata, hoy reconozco que tengo cuatro bloqueos que estoy trabajando por sanar: mi herida con el periodismo, la confianza en mi voz y luz que aporto a este mundo,  mi relación con la abundancia y mi relación con los demás.

No sé cuánto tiempo tome pero cada vez me lanzo a hacer experimentos y poco a poco poner a la práctica nuevas creencias, formas de perdonar y amar.

Por eso comparto mi camino como un ejercicio de perderle miedo a «hablar». Hay tantas personas que por callarse las cosas se enferman y alejan a todos a su paso. Lo que no decimos ni a nosotros mismos, también nos afecta.

Crea bloqueos en nuestro sistema celular. La biodescodificación trata eso y si aún no lo han leído, les recomiendo el libro «Usted puede sanar su vida» de Louis Hay.

Que el miedo al qué dirán o a no parecer cuerdas o cuerdos no nos frene porque no hay nadie perfectamente sano en este mundo.

Que los bloqueos y rechazos ajenos no nos impidan disfrutar la vida.

Ojalá sepamos distinguir las heridas de los demás de las nuestras y eso no nos prive de sentir ni de continuar nuestro camino.

Y si algún día las fuerzas nos faltan, siempre se puede aprender de los colibrís.

«No te guardes todo el amor, demuéstralo, exprésalo siempre a tu entorno, principalmente a aquellos que forman parte de tu círculo personal. Nunca dejes de demostrar tu amor a las personas que te rodean, principalmente a la familia, recuerda que hacerles saber que los amas no es ninguna pérdida de tiempo.» 

Los tres caminos para el alma

Desde hace milenios, el ser humano ha querido uno, dos o tres de los siguientes resultados: amor, sanación y despertar. Cómo lleguemos a estos fines y qué tan cooperantes seamos con la ruta hacia ellos, determinará la evolución de nuestra alma.

Ha pasado casi un año desde que leí el libro Radical Beauty, una obra de Deepak Chopra y Kimberly Snyder, y el pasado fin de semana (con la energía del eclipse revuelta y las resoluciones de cambio) lo volví a revisar buscando unos apuntes nutricionales. Sin embargo, terminé leyendo nuevamente el libro y encontrando una respuesta a una de mis actuales pesquisas.

En el capítulo «Belleza Espiritual», Chopra y Snyder presentan que para alcanzar el bienestar del alma el camino que elijamos debe ser:

  1. Inspirador
  2. Ser compatible con nuestra personalidad y tendencias
  3. Elegir su recorrido no nos debe causar estrés ni dificultad

Con esa claridad, ambos autores proceden a exponer tres caminos de evolución que consideré nos serían de mucha utilidad a los que andamos interesados en temas del despertar:

El camino del amor y la devoción:  Quienes eligen este camino buscan alegría, despertar a las bellezas del mundo y profundizar en el amor. Al ser inspirados por las creaciones materiales, naturales o espirituales hechas por amor, el objetivo de los peregrinos es sentir el amor incondicional en sus adentros y ofrecer devoción a la fuente de ese amor infinito. La meta final es alcanzar la luz divina.

El camino de la acción y el servicio: Quienes escogen este camino están en búsqueda de crecimiento espiritual y ser siempre la mejor versión de ellos mismos. (Entiendo yo que muchos coaches de vida y conferencistas de motivación entran aquí.) El alma de las personas que apuestan por este andar dinámico se regocija al sentir que aprende y se vuelve más expansiva. Atrás queda el deseo de obtener el conocimiento sólo para ti y emprendes acciones para compartirlo en libertad; servir y ayudar a otros a alcanzar su máximo potencial también.

El camino del conocimiento y la verdad: Quienes escogen este camino tienen una sed de conocimiento y entender la realidad «más allá del velo de la ilusión». Según explican los autores, el mundo físico o material no es suficiente para satisfacer su deseo de la verdad por lo que dedican su tiempo a la lectura, investigación, pensamiento. La meta de este camino mental es disfrutar el silencio del entendimiento espiritual, material, etc.

En mi caso particular, siento que viví ya dos caminos en esta vida. Puedo referenciar a mi nodo sur emprender el camino del conocimiento y la verdad y a mi carrera de periodista, el camino de la acción y el servicio. Sin embargo, les puedo asegurar que al leer nuevamente las descripciones no me veía transitando ni en presente ni a futuro esos dos últimos. Siento que el que estaba destinado para mi alma es el camino del amor y la devoción.

Esto se los comento porque, como Chopra y Snyder dicen, ninguno es más correcto que el otro. Todos son iguales. Es por tal razón que les hago este señalamiento porque, según nuestros contextos familiares y sociales y las mañas de nuestro Ego, puede que estemos en caminos que no eleven o respondan con fluidez el potencial de nuestra alma.

Hoy veo el primer camino como el más alineado a mí, si dejo a un lado las máscaras. Resulta que cuando me enfoqué en el periodismo, sí adopté una postura de type A y tratar de conseguir ser la mejor periodista que podía ser. Eso tuvo muchas secuelas en la salud de mi cuerpo, reprimí muchas de mis emociones por verme más «profesional» en el tipo de sociedad en que la ejercía. Cuando empecé a adentrarme al mundo espiritual, emprendí el camino del conocimiento y la verdad sólo para darme cuenta que si bien estaba sobre estimulada mentalmente, emocional y físicamente tenía muchos reparos y conflictos, algunos de los cuales ya les he expresado en el blog y que me inspiraron a realizar el Reto de 21 días: Volver al amor.

En fin, que espero que esta información les aporte un poco de luz porque a mí ciertamente, me aclaró mucho la vida que quiero vivir y la ruta hacia ella.

Namasté queridos lectores y lectoras,

Natalia

 

Sanadoras Ep. 2: Emotiva-Mente

En este nuevo episodio entrevisto a Sussie Pérez, coach de vida y directora de Emotiva-Mente.

Sussie imparte Mujeres que danzan con lobos, un programa vivencial de corporalidad y energía inspirado en las enseñanzas de la famosa obra literaria de Clarissa Pinkola Estés.

Con su trabajo, la joven española radicada en México ha ayudado a docenas de mujeres a desaprender patrones culturales de violencia, sumisión; a reconocer y abrazar su esencia.

Del arquetipo de la hechicera, la loba, el equilibrio de energías femeninas y masculinas y mucho más, hablamos en este vídeo.

Para qué sirve el Theta Healing

La sanación theta o Theta Healing es una herramienta que toda persona puede emplear para identificar y romper creencias limitantes. Un proceso que, a su vez, cambia la forma en que percibimos y construimos nuestra realidad.

He querido hacer un post sencillo sobre esta práctica para complementar la información que abundó Karen Fernández, maestra de Theta Healing, en la entrevista para Sanadoras.

Yo había leído muchas críticas positivas y negativas sobre este tipo de meditación. Fui escéptica por varios meses pero mientras más aprendía de física cuántica, meditación y las mañas de nuestro cerebro me aventuré a tomar un curso para certificarme bajo la escuela fundada por Vianna Stibal.

Para ese tiempo dudaba mucho de mi intuición y para nada me creía vidente de mi futuro aunque sí las «pegaba» con predicciones hacia los demás. Desde pequeña he sido muy hábil en determinar patrones y cómo estos conllevan ciertas consecuencias pero mi referencia era la lógica y una combinación de planetas y signos fijos en mi carta astral.  Realmente, eso resultó ser nada cuando confirmé la inmensa complejidad del ser humano. Cuando di con el enigma que era y soy yo.

Qué es el Theta Healing

El theta healing es una técnica de meditación que nos enseña a cambiar patrones y creencias limitantes que nos afectan negativamente. Sólo es posible ejercer esta práctica en un estado de relajación profunda o mejor conocido como el estado Theta.

Según ThetaHealingMX, «las ondas Theta son el subconsciente ya que rigen la parte o capa «de nuestra mente que está entre lo conciente y el inconsciente». Aquí residen nuestras sensaciones y memorias, así como nuestras actitudes, creencias y comportamientos.»

Es en este estado que tenemos acceso al «Creador», nos conectamos con esa fuente o figura que bien puedes llamarle por otro nombre (Dios, Jesús, Buda, Alá, etc) o, si lo consideras, Tu Ser Superior despojado del Ego. Frente a esta energía somos capaces de preguntar, visualizar, recibir respuestas, romper creencias y reprogramar nuevas.

Además, a través de la indagación profunda una persona puede ser capaz de poner en práctica la biodescodificación y enviar sanación a las partes del cuerpo físico que más lo necesiten tal y como sucedió con Stibal y miles de personas más que han usado esta técnica para ese propósito.

Sus beneficios

Antes de exponer los beneficios, es muy importante reconocer que desde el módulo introductorio cualquier persona es capaz de sanarse a sí misma sin la necesidad de tener citas recurrentes con los maestros certificados.

No obstante, hago la salvedad de que para que así ocurra hay que perfeccionar la práctica ya que puede que no sepamos aún si hemos llegado al estado Theta y nos veamos aturdidos por la intervención del Ego.

Otro punto esencial a señalar es que esta práctica no es meditación trascendental, motivo de alta controversia por sus costos elevados.

Entre los beneficios del Theta Healing se encuentran: tomar control de tu vida, identificar y romper con creencias limitantes sobre el amor, dinero, familia, atender la raíz de tus inseguridades emocionales, mentales y físicas (que bien podrían ser heredadas de vidas pasadas) y hacer lecturas de tu futuro.

Si quieres elevar tu vibración y reafirmar la realidad que quieres crear, el Theta Healing es una herramienta muy poderosa. Te hace comprender que la llave de la sanación, la abundancia y el amor siempre la has tenido tú. Ahora sí, que conste, sólo sirve para alterar tu percepción de la realidad, no para cambiar o ver la vida/futuro de los demás sin su consentimiento explícito.

Más que una teoría para estudiar yo la califico como una técnica vivencial que así como todo nuevo aprendizaje asusta y le sacarás el jugo que quieras.

Puedes ver la entrevista completa a Karen Fernández, maestra de Theta Healing, aquí.