With 18 pre-schools built since 2006, The Anganwadi Projecthas excelled at bringing new community-based and climate resilient design models to some of India’s poorest and forgotten communities.
Hay algo de The Letters (2015) que capturó mi atención. No porque lleve días recibiendo mensajes y señales de la India sino porque no deja de maravillarme las figuras más emblemáticas de la «paz» nacen o parten de ese país.
Vi la película esperando una biografía y…encontré mucho más.
La historia se centra en las cartas que le escribía Madre Teresa de Calcuta a un sacerdote del Vaticano desde la primera vez que ella sintió que Dios la había asignado a trabajar en los barrios más pobres de Calcuta en uno de los tiempos más turbulentos en la historia de la nación: la partición (1947).
La monja de la Orden de Loreto tenía dudas relacionadas a «su llamado», los votos que realizó para el «claustro», la soledad que sentía, las críticas que recibió por parte de su superiora en el claustro y la comunidad que decidió ayudar.
La duda más grande fue si continuar pese al escepticismo por parte de otros sacerdotes que realmente, dudaban», esas fueran órdenes del Creador.
El filme ilustra la travesía de la beata en que se le permita servir y no únicamente rezar «por el bien de la Humanidad» porque eso es «lo mejor que puede hacer».
Trata los temas de:
una mujer «digna y pura» mezclándose con los impíos,
una mujer blanca intentando adoctrinar el Cristianismo bajo el pretexto de «ayuda humanitaria»,
una mujer pidiendo permiso de servir a otros hombres que deciden cómo se debe vivir la religión, quién es buen cristiano o no.
Si hay algo que me llevo de esta película y Come Sunday (2018) es que en las iglesias, congregaciones religiosas, vemos una muestra de la «unión de las naciones» que no es del todo libre del ego, la competencia, el querer tener la razón y la moral.
Madre Teresa de Calcuta se ve atada por los dictámenes de su madre superiora muy a pesar de recibir esa encomienda directa de Dios. Se ve a la disposición de las autoridades, de que el Vaticano le extienda de uno a tres años el tiempo que puede trabajar con los más pobres, el escrutinio de los fieles a otras religiones, el clasismo, la desigualdad. Y todo por ser mujer, blanca, monja.
No niego que deja un sabor amargo ver patrones de comportamiento en comunidades religiosas que dicen amarse entre sí. Sujetas a la interpretación de una doctrina, imponiendo su punto de vista de la interpretación y negándole a otro/as visión.
Personalmente, estoy en contra de idolatrar a las personas que hacen el bien, que siguen su propósito o exceden expectativas. Creo que les brindamos más cargas de las que ya tienen, las subimos a un pedestal del que tal vez nunca quisieron ser parte. Pedimos de ellas que se comporten de cierta manera porque pues, ganaron un Nobel de la Paz. Ganaron reconocimiento como Papa en el Vaticano, Presidente o Presidenta, Hija de la Caridad…
¿Existe un comportamiento correcto con la Humanidad? Créanme que continúo mi estudio en esto pero hay días que me pregunto si realmente somos un todo o si nos forzaron a serlo. Entre tanta mimesis por la compasión, el perdón, el amor, de una forma u otra las dinámicas de poder salen a relucir.
Y aún si un ser humano, despojado del ego, apareciera frente nuestro por más afines que nos sintamos el principio de separación estaría brillando en nuestro subconsciente.
«Pero… ella o él lleva más tiempo en esto»
«Pero viene de la India y yo de California»
«Pero y si yo siento ¿y ese Otro no?»
Para ojos de la Orden de Loreto, el servicio de Madre Teresa de Calcuta no era más valioso que preservar sus votos a la Orden. Eso me pareció increíble.
Previendo esa negativa de cambio, ella tuvo que pedir la creación de una nueva orden: las Misioneras de la Caridad. De 12 mujeres que la acompañaron, la orden fue aceptada hasta crecer a más de 4,000 servidoras bajo sus lineamientos.
Hoy no les tengo una reflexión, sólo un relato de lo que vi. El filme es interesante, movido y para mi gusto, una buena prueba de la complejidad del ser humano.
Quizás la religión sea un escudo más para proteger el Ego o, al contrario, despojarnos de él.
Tal vez te hayas hecho la pregunta: ¿hay lugares, ciudades, países que nos llaman?
Si así ha ocurrido, te has cuestionado… ¿por qué?
Conocí a Andrea Eberle, fundadora de Viajes con Espíritu, hace poco más de un mes. Un amigo en común me refirió conocerla. A partir de entonces, hablar con ella ha sido un aprendizaje continuo, una muestra perfecta de que el universo te pone en el rol de estudiante y maestra de otras almas destinadas a conocer.
Puede o no que estuviese escrito en mi camino cruzar palabras con ella sólo sé que me llamó mucho descubrir a alguien que diseñara experiencias de viaje.
Me sorprendió saludar a un alma viajera tan sabia, a tiempos niña y a otros, anciana, en diferentes momentos y en segundos también.
Con más de 25 años de experiencia en la industria del turismo (y nómada desde la infancia), la emprendedora argentina dio un giro a su estilo de vida luego de la crisis financiera de 2008. Un viaje a la India ese año… su sanación.
Tras liderar dos empresas, Andrea fue reformando su compañía Viajes con Espíritu para incorporar lo aprendido en espiritualidad, turismo responsable y exploración de lugares de poder. Hizo el cambio porque entendió que hay quienes buscan viajes de despertar y transformación.
Dialogar con ella es, a veces, como entrar en un trance. Escuchar a una filósofa de la vida contarte el día a día en un idioma fantasioso e increíblemente, real.
Hoy afina los detalles para su próximo viaje a la India en septiembre, un grupo de unas 20 personas que no hablan el mismo idioma. Sin embargo, como facilitadora Andrea priorizará el respeto de cada cultura visitada y que cada viajero viva su propio proceso en colectivo y en individual.
Me senté a hablar con Andrea antes de que su agenda se apretara aún más para que la conocieran y, en otro post, subiré un vídeo de ella contándonos la importancia de diseñar viajes como experiencias (y temas como el yoga, el ayurveda, la gastronomía, etc) y cómo permitir que la magia suceda.
Porque quizás nos enseñaron a ser turistas pero en esencia, el estilo de vida de viajeros o viajeras -a algunas almas- nos resuena más.
VÍDEO. Cada mandala tiene una intención y esta emite una energía a las piezas de moda, decoración e inmuebles que portamos o tenemos.
En este vídeo la coach de bienestar holístico, Andrea Arango, nos explica la teoría del investigador japonés Masaru Emoto sobre los mensajes del agua y cómo esa hipótesis tiene resonancia en nuestro cuerpo compuesto en un 70 % por agua.
Además, Arango expone cómo las tejedoras de la India detrás de la línea de ropa de Casa Florecer también aportan a la vibración de las piezas con sus mantras.