Entrepreneur, ¿por qué suprimimos, hombres y mujeres, nuestro femenino en el liderazgo?
Sigue leyendo «Webinar Gratuito: Qué es el liderazgo femenino y cómo activarlo»
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Saber qué quieres para tu vida o tu negocio es igual de importante como determinar el por qué detrás de tus deseos. ¿Qué te motivó a elegir esas metas u objetivos?
Desarrollar una visión sobre un proyecto o un estilo de vida es un ejercicio que fortalecerá tu confianza en ti mismo y te hará magnético a las cosas que más buscas atraer.
¿Por qué? Porque la visión es el destino final que influenciará tu plan de acción.
Es por tal razón que la visión va a antes de la estrategia.
Una visión te permitirá tener:
Sin visión a futuro, no es posible desarrollar una estrategia exitosa o mantener la motivación cuando surjan obstáculos.
La visión establece el “¿qué?” y el “¿por qué?” mientras que la estrategia trabaja el “¿cómo?”.
Hay quienes establecen visiones a largo plazo: de aquí a 50 años.
Hay quienes la proponen de manera escalonada: 1 año, 3 años, 5 años y así.
Lo importante es reconocer que para decidir tu visión a corto, mediano y largo plazo debes hablar con tu corazón y no tu cabeza.
Tu mente buscará razones y riesgos para asegurar la viabilidad de la visión que propones.
Sin embargo, el corazón te dirá lo esencial, qué no debe cambiar sin importar las circunstancias sociales, financieras o personales a su alrededor.
¿Qué quieres?
¿Qué quieres para tu vida? ¿Qué quieres en tus relaciones? ¿Qué quieres para tu empresa? ¿Qué quieres lograr?
Haz una lluvia de ideas. Anota las respuestas en un papel en blanco y sé consciente de si existen miedos o juicios a la hora de escribir alguna idea. Cuando eso ocurra, aún así, escríbela.
¿Por qué lo quieres?
¿Cuál de todas las cosas que pusiste en el papel te da alegría, satisfacción, propósito? ¿Qué cosas te limitan o te asustan? ¿Cuál meta crees que haría tu vida lo más feliz y extraordinaria posible si la lograras? ¿Qué emoción, sentimiento o pensamiento se esconde detrás de ese deseo?
¿Para cuándo?
Una vez hayas curado tu lluvia de ideas y hayas determinado cuáles son deseos del Alma vs. deseos del Ego, pregúntate, ¿cuándo puedes alcanzar cada una de ellas? ¿Qué año ves posible alcanzar cada una de esas metas?
Una vez termines este ejercicio, se te hará más fácil proceder a la creación de tu mapa de deseos o vision board y crear una planificación estratégica que te ayude a alcanzar tus metas.
En los próximos días te estaré compartiendo una serie de posts sobre visualización y mapas de deseos que espero te sean de utilidad para aclarar tu camino y manifestar una nueva realidad.
Hoy te quiero hablar de las que se atreven a romper muchos moldes e ideas preconcebidas sobre: 1) el rol de la mujer, 2) el tipo de empresa que debemos o «podemos» formar para que tenga «éxito» y 3) la forma en que hacemos negocios.
A esas ideas que causamos disrupción le añadiría dos más:
1) el estereotipo del género en la vida pública y comercial, que nos pesa más a unas que a otras, y que dice no puedes emprender y ser «mujer» = «femenina», «chic», «sanadora» porque no te harán caso, no comprarán tus productos y «hay mucha envidia, tendrás mucha «competencia»,
2) la mentalidad de escasez, carencia, que nos imprimen nuestras sociedades o, según maestras espirituales, están en nuestro ADN (linaje, votos de vidas pasadas, etc).
Ambas son importantes pero en mi camino he aprendido que trabajar la primera ayuda la segunda porque sólo creyendo que VALEMOS como MUJERES podemos trabajar con más confianza sabiendo la luz que aportamos en nuestras iniciativas empresariales.
Los y las que siguen mi blog saben que yo veo las casillas como limitantes.
Queremos ponerle una categoría a ese Otro u Otra para entenderlo/a y, en muchas ocasiones, juzgarlo/a. Yo también he caído ahí, sigo trabajando en ello porque no es fácil salirse de ese lente cuando todos a tu alrededor también lo usan.
Este lente hiere porque si la persona se presenta con más de 1 casilla, «mujer + emprendedora + periodista + sanadora + bailarina», la reacción usual es querer cortarle las alas y decir «mija, decídete. ¿Qué eres?”.
Esa pregunta va más alineada a querer nosotro/as tener una respuesta, no en saber realmente quién es esa persona ni qué aporta a este mundo.
Es decir, con ese tipo de preguntas reducimos al ser humano a la unidimensionalidad. Porque si se es más de 1 categoría, se presume que no se puede ser buena en todas.
Al alimentar pensamientos así, no contemplamos la posibilidad de que se pueda ser mujer, maestra de meditación, profesora de universidad, facilitadora de círculo de mujeres y columnista de un periódico. O, diseñadora de modas, empresaria, bailarina de belly dancing, madre y más.
Mi invitación es que ampliemos nuestra mirada para reconocer en otras mujeres cuántas posibilidades de expansión tenemos por vivir.
Cuando nos permitimos ser, crecer y seguir nuestros deseos más intrínsecos.
Cuando no vemos en otras mujeres que nos están «comiendo el pastel» si tienen éxito porque eso sólo demuestra lo mucho que tenemos que trabajar en nuestra mentalidad de carencia.
Cuando vemos en otras mujeres una amiga, una aliada, una fuente de inspiración y sobretodo, alguien que al igual que tú tiene defectos.
Endiosar es un error muy común que nuevamente, no es feminista. Es ver a la Otra como mejor que yo cuando no es así. Todas tenemos un camino que recorrer, ella tiene obstáculos diferentes o iguales que tú. No tiene la obligación de mostrarlos ni tú tampoco tienes la necesidad de saberlos. Si sientes esa necesidad, te invito a preguntarte internamente, ¿por qué?
Si eres emprendedora holística o consciente, te invito a alejarte del miedo, la comparación y continuar vibrando en tu propósito.
Elige silenciar las voces ajenas para darle poder a la tuya.
No busques en las demás lo que te hace falta. Lo que ves en ellas, lo tienes dentro de ti. Celébralo.
Y si te animas un día, conforme sigas trabajando en tu confianza y sanación, tiende tus manos a otras mujeres.
Mientras más vibres y sanes tú, más aportarás al colectivo.
Mucha luz para tu andar hoy, mañana y siempre.
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Tras heredar el telar de su abuelo, la joven artesana Carolina Gómez nos comparte el trayecto de Tejido Primal, una empresa de moda sostenible que combina tejidos naturales con diseños prácticos para la vida en las urbes.
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