Por qué la visualización es poderosa

“Lo único peor a no tener vista es no tener visión” – Helen Keller

La visualización es frecuentemente subestimada. Hay quienes les da pereza continuar después de un tiempo, otros que pierden la fe y otras personas que ni tan siquiera quieren “perder su tiempo” en lo que parecen ser “tonterías”.

Bueno, hoy quiero hablarte de la técnica que múltiples escritores exitosos han recomendado y por una justa razón: la visualización funciona porque es una técnica que te enseña a controlar tu mente.

¿Qué tan efectiva sea? Dependerá últimamente de ti.

Veamos,

Rhonda Byrnes:

“Éste es el problema. La mayoría de las personas piensan en lo que no quieren y no dejan de preguntarse por qué se manifiesta una y otra vez. La única razón por la que las personas no tienen lo que quieren es porque piensan más en lo que no quieren que en lo que quieren. Escucha tus pensamientos y tus palabras. La ley es infalible y no comete errores.”

“Cuando visualizas, materializas.”

Wayne Dyer:

“Si crees que funcionará, verás oportunidades. Si crees que no lo hará, verás obstáculos.”

“Puedes mirarte a ti mismo con ojos nuevos y abrirte a nuevas experiencias que nunca llegaste a pensar que podrían estar dentro de tus posibilidades como ser humano, o puedes seguir haciendo las mismas cosas, de la misma manera, hasta que te entierren.”

T. Harv Eker:

“Si quieres cambiar los frutos, tendrás que modificar primero las raíces. Si quieres cambiar lo visible antes deberás transformar lo invisible.”

“Los pensamientos llevan sentimientos. Los sentimientos llevan a acciones. Las acciones llevan a resultados.”

Y como ellos abundan las figuras ilustres que enfatizan en cómo los pensamientos están ligados a la ley de la atracción.

Tu mente crea tu realidad, siempre lo ha hecho, lo aceptes o no.

Consciente e inconscientemente tus patrones mentales, tus pensamientos de esta vida y de pasadas, los códigos de tus ancestros y su relación con el dinero, el amor, el trabajo y más han influido en tu crecimiento.

A mí me costó mucho entender esto. Rechacé mucha de esta información hasta que un día lo vi todo muy claro: mi resistencia generaba dolor.

Si sufría, debía soltar.

Aceptar.

Perdonar.

Abrir mi mente a explorar.

Así fue que conocí esta herramienta de visualización.

La visualización tiene la capacidad de transformar tu vida.

Te permite atraer las cosas que más deseas, eso sí, no confiando en tus tiempos kronos sino confiando en el kairos.

¿Cómo se hace?

Hay múltiples maneras. Las formas más comunes son crear escenarios en el subconsciente, a través de la meditación guiada o canalizada, o la creación de un mapa de deseos.

Ambas son herramientas MUY poderosas.

Sin embargo, la visualización creativa es arrolladora.

Más que repetir afirmaciones todos los días, al imaginarte con lujo de detalles el escenario que más deseas condicionas a tu mente subconsciente a actuar sobre esa realidad y por ende, atraes circunstancias que te confirman ese camino.

Una de las lecciones más importantes de practicar la visualización es elevar nuestra frecuencia, alinear nuestra energía para alcanzar la meta que nos hemos propuesto.

Esto no lo supe entender hasta hace unas semanas.

Es importante que veas que al visualizar no atraes el resultado, te posicionas en el espacio para que esa condición favorable ocurra.

Porque… una cosa es visualizar y otra, es actuar en base a la visualización.

Tus pensamientos crean tu realidad pero también tus emociones y tus acciones.

En muchas ocasiones no conseguimos lo que queremos porque hay un distanciamiento entre los tres elementos.

El universo no entiende discordancias.

Ejemplo, si pensamos en comprar un apartamento pero sentimos miedo de vivir solas o ni tan siquiera nos hemos sentado a ver los anuncios de bienes raíces, la visualización tardará tiempo en manifestarse.

Si has llegado hasta aquí y te interesa saber cómo se hace, aquí te comparto una lista breve y muy útil:

  1. Elige un objetivo. ¿Qué quieres alcanzar? Sé totalmente específica. Ejemplo: Quiero x cantidad de dinero para ingresar a la Maestría en diciembre 2019.
  2. Elige el por qué. ¿Qué te motiva a alcanzar esa meta? Muchas personas caemos en el error de querer porque está de moda o por expectativas ajenas y eso también dificulta la manifestación porque no siempre, lo que pensamos que queremos obedece los deseos de nuestra alma o corazón. Antes de meditar, cuando hagas tu lista de deseos, te invito a distinguir la voz de tu Ego vs. la voz de tu corazón. Guíate por la última.
  3. Medita. Cierra los ojos y enfócate en tu respiración. Relaja todo tu cuerpo y cuando te sientas cómodo con tu deseo, siempre en positivo, empieza a imaginar cómo sería llegar a esa meta.
  4. Crea con tus 5 sentidos. Nos enfocamos mucho en cómo se va a ver y poco en cómo se sentirá lograr lo que más queremos. ¿Cómo se escucha el escenario? ¿A qué huele el lugar? Profundiza totalmente en esa experiencia y deja que tu cuerpo la sienta. Reconoce esa vibración en ti y sostenla lo más que puedas. Mientras más detallada sea tu visión más podrás sentirla.
  5. Practica con frecuencia y suelta. Sonará muy contradictorio pero esta parte tiene mucho que enseñarnos. Cuando practicamos la visualización, es importante desapegarnos del resultado. ¿Por qué? Porque tú sólo eres un componente de la ecuación. Tu meta depende de circunstancias, otras personas y energías que no están bajo tu control. Por eso es importante, abrirnos a las posibilidades para llegar a la meta y no obsesionarnos con la única imagen de ruta que hemos creado en nuestra cabeza.

Soltar, en este ejercicio, implica confiar.

Soltar no significa dejar ir lo que acabas de reprogramar.

Soltar significa confiar que estás alineado, que viste y que por ende, eres capaz de crear.

Cuando vemos, creamos.

Haz tu parte y ábrete a co-crear con el universo. 

Y disfrútate el camino… grandes sorpresas vendrán.

En los próximos días te estaré compartiendo una serie de posts sobre cómo hacer una visión a futuro (haz click en este post) y mapas de deseos que espero te sean de utilidad para aclarar tu camino y manifestar una nueva realidad.

Por qué nos asusta «sanar»

Lo pongo en comillas porque, dependiendo de la persona, puede tener diferentes significados.

El mío es el siguiente: atender lo que duele, rechazo y no quiero bregar.

Eso incluye bloqueos emocionales, físicos, mentales. Creencias que me limitan, personas que me lastiman (o permito que así ocurra) con sus palabras y acciones. Alimentos, alergias, lugares, relaciones y la lista sigue.

Yo le he perdido el temor en reconocer el trabajo que hago dentro de mí. E, increíblemente, he recibido apoyo de muchas personas y el reproche de otras.

Críticas sobre «pero, ¿por qué tienes que decir que estás sanando?», «¿a quién le importa que sanes?», «¿cuándo terminarás de sanar?».

Hoy se sumó un nuevo mensaje «¿por qué dices que estás sanando? Eso suena muy egocéntrico».

Reparé en ese pensamiento lo suficiente para comprender dos cosas:

  • Que el ser humano nunca deja de sanar. Podemos postergarlo si queremos, eso es una decisión. Lo reconozcamos o no, todos los días recibimos aprendizajes en nuestra forma de percibir la vida y actuar en ella.
  • Que uno escucha lo que quiere oír y uno ignora (y rechaza) lo que no le interesa.

Y esta última frase la tomo con pinzas porque si algo agradezco de mi tiempo en México fue conocer tantos hombres y mujeres que asistían a cursos y meditaciones y siempre estaban buscando formas de mejorar y apuntarse a nuevos eventos de crecimiento. Por un tiempo lo vi como… «ay, esta gente nunca termina de sanar» y luego entendí que… «todos sanamos a velocidades distintas».

Al regresar a Estados Unidos, la sanación se ve como algo distinto. Sanar, en ocasiones, es visto como un verbo malo si no adelantas el resultado. ¿Sanaste? No, aún no. Ok, entonces a ver qué haces.

Porque,

Vas al doctor si te sientes mal. 

Nadie tiene por qué saber que algo te duele. 

No tienes por qué compartir que sanaste. Si lo haces, estás buscando atención o que te tengan pena.

¿Otra vez con el mismo problema? Busca ayuda. 

La sanación se ve como algo externo. Mejor dicho, sólo un profesional puede ayudarte. Si das a conocer tu historia, valiente de ti pero pobre a la misma vez porque no tienes que recurrir a ser el «centro de atención». Te estás revictimizando, si lo haces. 

Es en este espiral que nos embotellamos las cosas. Que no compartimos lo que sentimos por miedo a ser juzgados y que ese juicio que lastima nos ponga en alguna de las siguientes categorías:

A. Loca

B. Dañada

C. Peligrosa

D. Víctima

E. Incapaz de ser adulta

De los juicios les hablaré en otro post porque estoy leyendo una gran obra al respecto pero quería compartirles que es de valientes reconocer públicamente que somos humanos. 

Es de valientes responsabilizarnos por nuestra sanación. Y solicitar y aceptar ayuda cuando no podemos solos.

Es de valientes no comenzar una nueva relación para «llenar un vacío» o para «sanar una pasada» o porque «un hombre apareció y te está presionando para salir contigo».

Es de valientes reconocer que los tiempos de cada cual son diferentes y no por eso, son menos válidos. Que una persona sane en un mes y otra en cinco años, no la hace más o menos «sana».

Todos sentimos y percibimos lo que nos ocurre en el mundo en intensidades distintas.

Es de valientes querer sanar y no frenar nuestro proceso porque otra persona lo vea incorrecto o te diga, «estás muy expuesto».

Como émpata, hoy reconozco que tengo cuatro bloqueos que estoy trabajando por sanar: mi herida con el periodismo, la confianza en mi voz y luz que aporto a este mundo,  mi relación con la abundancia y mi relación con los demás.

No sé cuánto tiempo tome pero cada vez me lanzo a hacer experimentos y poco a poco poner a la práctica nuevas creencias, formas de perdonar y amar.

Por eso comparto mi camino como un ejercicio de perderle miedo a «hablar». Hay tantas personas que por callarse las cosas se enferman y alejan a todos a su paso. Lo que no decimos ni a nosotros mismos, también nos afecta.

Crea bloqueos en nuestro sistema celular. La biodescodificación trata eso y si aún no lo han leído, les recomiendo el libro «Usted puede sanar su vida» de Louis Hay.

Que el miedo al qué dirán o a no parecer cuerdas o cuerdos no nos frene porque no hay nadie perfectamente sano en este mundo.

Que los bloqueos y rechazos ajenos no nos impidan disfrutar la vida.

Ojalá sepamos distinguir las heridas de los demás de las nuestras y eso no nos prive de sentir ni de continuar nuestro camino.

Y si algún día las fuerzas nos faltan, siempre se puede aprender de los colibrís.

«No te guardes todo el amor, demuéstralo, exprésalo siempre a tu entorno, principalmente a aquellos que forman parte de tu círculo personal. Nunca dejes de demostrar tu amor a las personas que te rodean, principalmente a la familia, recuerda que hacerles saber que los amas no es ninguna pérdida de tiempo.» 

Los tres caminos para el alma

Desde hace milenios, el ser humano ha querido uno, dos o tres de los siguientes resultados: amor, sanación y despertar. Cómo lleguemos a estos fines y qué tan cooperantes seamos con la ruta hacia ellos, determinará la evolución de nuestra alma.

Ha pasado casi un año desde que leí el libro Radical Beauty, una obra de Deepak Chopra y Kimberly Snyder, y el pasado fin de semana (con la energía del eclipse revuelta y las resoluciones de cambio) lo volví a revisar buscando unos apuntes nutricionales. Sin embargo, terminé leyendo nuevamente el libro y encontrando una respuesta a una de mis actuales pesquisas.

En el capítulo «Belleza Espiritual», Chopra y Snyder presentan que para alcanzar el bienestar del alma el camino que elijamos debe ser:

  1. Inspirador
  2. Ser compatible con nuestra personalidad y tendencias
  3. Elegir su recorrido no nos debe causar estrés ni dificultad

Con esa claridad, ambos autores proceden a exponer tres caminos de evolución que consideré nos serían de mucha utilidad a los que andamos interesados en temas del despertar:

El camino del amor y la devoción:  Quienes eligen este camino buscan alegría, despertar a las bellezas del mundo y profundizar en el amor. Al ser inspirados por las creaciones materiales, naturales o espirituales hechas por amor, el objetivo de los peregrinos es sentir el amor incondicional en sus adentros y ofrecer devoción a la fuente de ese amor infinito. La meta final es alcanzar la luz divina.

El camino de la acción y el servicio: Quienes escogen este camino están en búsqueda de crecimiento espiritual y ser siempre la mejor versión de ellos mismos. (Entiendo yo que muchos coaches de vida y conferencistas de motivación entran aquí.) El alma de las personas que apuestan por este andar dinámico se regocija al sentir que aprende y se vuelve más expansiva. Atrás queda el deseo de obtener el conocimiento sólo para ti y emprendes acciones para compartirlo en libertad; servir y ayudar a otros a alcanzar su máximo potencial también.

El camino del conocimiento y la verdad: Quienes escogen este camino tienen una sed de conocimiento y entender la realidad «más allá del velo de la ilusión». Según explican los autores, el mundo físico o material no es suficiente para satisfacer su deseo de la verdad por lo que dedican su tiempo a la lectura, investigación, pensamiento. La meta de este camino mental es disfrutar el silencio del entendimiento espiritual, material, etc.

En mi caso particular, siento que viví ya dos caminos en esta vida. Puedo referenciar a mi nodo sur emprender el camino del conocimiento y la verdad y a mi carrera de periodista, el camino de la acción y el servicio. Sin embargo, les puedo asegurar que al leer nuevamente las descripciones no me veía transitando ni en presente ni a futuro esos dos últimos. Siento que el que estaba destinado para mi alma es el camino del amor y la devoción.

Esto se los comento porque, como Chopra y Snyder dicen, ninguno es más correcto que el otro. Todos son iguales. Es por tal razón que les hago este señalamiento porque, según nuestros contextos familiares y sociales y las mañas de nuestro Ego, puede que estemos en caminos que no eleven o respondan con fluidez el potencial de nuestra alma.

Hoy veo el primer camino como el más alineado a mí, si dejo a un lado las máscaras. Resulta que cuando me enfoqué en el periodismo, sí adopté una postura de type A y tratar de conseguir ser la mejor periodista que podía ser. Eso tuvo muchas secuelas en la salud de mi cuerpo, reprimí muchas de mis emociones por verme más «profesional» en el tipo de sociedad en que la ejercía. Cuando empecé a adentrarme al mundo espiritual, emprendí el camino del conocimiento y la verdad sólo para darme cuenta que si bien estaba sobre estimulada mentalmente, emocional y físicamente tenía muchos reparos y conflictos, algunos de los cuales ya les he expresado en el blog y que me inspiraron a realizar el Reto de 21 días: Volver al amor.

En fin, que espero que esta información les aporte un poco de luz porque a mí ciertamente, me aclaró mucho la vida que quiero vivir y la ruta hacia ella.

Namasté queridos lectores y lectoras,

Natalia

 

10 preguntas al Dalai Lama

Del documental 10 preguntas al Dalai Lama (2006) no esperes respuestas a los problemas más existenciales de tu vida. Sólo una comprensión más amplia de que cómo hemos vivido.

Noventa minutos para exponer la complejidad de la cultura budista tibetana, la concepción y elección del linaje de líderes espirituales y la tensa relación entre el Tibet y China.

Los primeros 40 minutos se van en explicarte la travesía del director y periodista Rick Ray para conocer al supremo líder del Tibet lo que en ocasiones puede resultar algo tedioso porque … «¿para cuándo le vas a hacer la primera pregunta?»

Sin embargo, la serie de entrevistas y reflexiones de Ray lo encaminan a agradecer el camino desde la India a la región y prepararse mental, emocional y físicamente para el encuentro. El Dalai Lama te contestará solamente 10 preguntas pero en cualquier momento, si le aburres o no le caes bien, puede cortar la entrevista. Entonces, la tarea para seleccionar incógnitas dignas de ser contestadas (y más frente a una cámara) no parece algo sencillo.

El encuentro entre ambos fue breve. El tono de voz del Dalai Lama es muy peculiar y en ocasiones, chistoso. La conversación giró en torno a China, los conflictos en el Medio Oriente, el futuro del Tibet, la intolerancia de las personas, la importancia de la espiritualidad… un buen de cosas que les invito a explorar cuando vean la película.

Una de las respuestas que más me impactó estuvo relacionada a la sobrepoblación mundial. Ray lo intrigó con el dilema, «si toda vida es valiosa, todos debemos vivir, ¿no?» Y el supremo líder contestó que no, que no toda vida era valiosa. Que en esencia, el concepto es lindo y aplica a la Humanidad pero se ha desvirtuado la reproducción humana para suplir la demanda y ser controlada por la biopolítica. No todos los seres humanos servimos nuestro más alto propósito, según explicó.

Claramente, no esperamos ese tipo de reacciones de una figura que ganó el Premio Nobel de la Paz y es baluarte de la resistencia y la protesta no violenta. Pero es parte de lo que hace este encuentro interesante para reflexionar:

  1. cómo las culturas moldean nuestros puntos de vista,
  2. cómo las circunstancias en que fuimos criados -el 14 Dalai Lama por ejemplo, fue encontrado cuando era un bebé y encerrado en un monasterio lejos de su familia hasta que tuvo edad para dirigir la nación- y,
  3. de qué manera podemos mirarnos a los ojos personas de trasfondos distintos y apreciar que existimos.

Definitivamente recomiendo el documental tanto para los amantes de historia como de filosofía, sociología y espiritualidad.