He decidido abrir una nueva sección en el blog para explorar más en profundidad estos dos conceptos: dualidad de energías y alquimia.
Según la RAE, alquimia es
1. f. Conjunto de especulaciones y experiencias, generalmente de carácter
esotérico, relativas a las transmutaciones de la materia, que influyó en el
origen de la ciencia química y tuvo como fines principales la búsqueda
de la piedra filosofal y de la panacea universal.
De antemano aseguro que no busco la piedra filosofal. No sé si es muy pronto todavía para determinar un fin concreto. A veces uno emprende caminos porque siente un llamado tal y como el Alquimista de Pablo Coehlo.
Pero sí te comento que en los últimos días y con el cúmulo de experiencias a mi alrededor y dentro de mí, escuché el llamado de reconciliarme con mi Shakti, por más esotérico que suene.
En el post La inclusión de los hombres te presenté unas discusiones en círculos de mujeres donde no permitían entrar a los hombres que querían abrazar el femenino también porque iban a «dañar la dinámica». Reflexioné sobre ese separatismo, los miedos y el deseo de control de espacios.
Marinando la idea estos días comprendí que hay sanaciones que las mujeres deben realizar solas y hay otras que sólo en pareja o permitiendo la interacción con hombres pueden ser completadas. Lo mismo con los hombres, hay sanaciones con ellos mismos y su linaje de padre-abuelo-hermano-etc y otras, con la madre, la hermana, la abuela, sus exparejas que sólo pueden realizarse en parejas o en interacciones con mujeres.
Créanme que comprendo muy bien que existen otras identidades sexuales más allá de estas categorías binarias, mujer-hombre, y que el concepto de dualidad puede verse como algo «cerrado».
Sin embargo, yo veo la dualidad como el ying yang, todos la tenemos. Y aquí vuelvo a citar la RAE (no porque sea una fuente súper confiable porque también tiene sus defectos pero bueno…):
1. f. Existencia de dos caracteres o fenómenos distintos
en una misma persona o en un mismo estado de cosas.
Puede que este espacio creativo que lanzo sea un camino que le interese sólo a mujeres. No puedo obviar que yo, que escribo y emprenderé esta ruta, lo soy. Sólo puedo asegurar que tengo muy presente a mis lectores hombres/otras identidades en este proceso y que espero que a través de los escritos encuentren prácticas útiles para elevar su vibración hacia el amor o nutrir su andar. Igual en el blog seguiré subiendo contenido de conciencia, viajes y paz en otras secciones.
Para los hindúes, Shakti representa la fuerza universal y la energía femenina. Como bailarina de danza árabe sí he tenido contacto con ella pero no he explorado al máximo su potencial. Me propongo a cambiar eso. En relaciones y en mi carrera usé mucho el arquetipo de Shiva para destruir el universo en aras de reordenarlo o crearlo nuevamente. Me propongo a cambiar eso.
Es mi deseo no luchar más con fuerzas extremas ni opuestas sólo porque una hizo o hace más mal o bien que la otra. Lo veo a diario en mis interacciones con hombres y mujeres cuya energía no me cuadra bien y me alejo. Lo veo en mis amigas que terminan relaciones amorosas y no quieren saber más de los hombres o al contrario, buscan jugar con ellos. Lo veo en hombres que se tornan fríos porque una mujer les rompió el corazón o porque su mamá era muy controladora; o en hombres vivarachos que no respetan a nadie ni tan siquiera a ellos mismos.
Nosotras, ellos, tú, yo: todos merecemos más.
En una clase angelical a la que asistí ayer, hablaban de este tema. Que merecer es una convicción: «honrar lo que tú eres sabiendo lo que vales».
¿Cómo honramos quiénes somos si no nos hemos dado a la tarea de descubrirlo? De aliarnos con nuestra sombra y no habitar siempre en ella; de aliarnos con nuestra luz y que no nos consuma la existencia. Veo en coaches de vida y motivación un afán extraordinario porque la gente deje sus «tinieblas» y se abrace a la luz. Veo en otros influencers, astrólogos y emprendedores conscientes una retórica de miedo y «húyele» a tu sombra porque sino vas a sufrir con el fin de crear dependencia de sus seguidores a todo su contenido, productos y servicios.
Hay que romper con esos extremos. Sólo apreciamos la luz cuando estuvimos en la oscuridad. Sólo agradecemos la abundancia y la prosperidad cuando hemos vivido la escasez extrema.
Una ayuda a la otra.
Es reconociendo la importancia de este balance de energías y de miles de otros conceptos en pares que planteo esta ruta.
No estoy completa porque hay partes de mí que me resisto a conocer o dejar a rienda suelta.
No estoy completa porque pienso y siento pero no vivo en total concordancia.
No estoy completa porque aún no piso fuerte en mi esencia, dudo de mis capacidades, de lo que doy y de mi propósito en este Planeta.
No quiero usar más el «no» cuando recibo en retribución a lo que doy.
¿Cómo honro mi valía si no acepto el flujo dual de dar y recibir?
Si solo me enfoco en el dar, en el resistir, en el controlar…
En esta sección trataré temas, experiencias y entrevistas de equilibrio. Rituales no creo compartir porque sé que hay muchísimas páginas con excelente material. Sólo le daré su merecido espacio en mi blog a este proceso alquímico que comienzo para aprender a balancear elementos: energías femeninas-masculinas, cinco elementos, feng shui y más.
Hoy no veo una fecha límite sólo una certeza que si honro quien soy, encuentro mi balance más allá de un alineamiento de chakras, podré compartir más de mí y ser más auténtica con quienes me rodean.
Confiando en que si llegaste hasta esta línea te interese ser parte de este proceso, gracias te doy por leerme.
De hecho, antes de terminar, me quedé con ganas de un nuevo libro para explorar después del reto 21 días Volver al amor, inspirado en la obra de Marianne Williamson.
Estoy casi convencida de empezar When God was a Woman de Merlin Stone o Las hijas de Eva y Lilith pero he recibido otras recomendaciones, ¿me ayudas a escoger un libro para explorar junt@s?