¿Y ese desborde de energía? ¿Qué me cuentas de esa intensidad con la que emprendes una relación y las veces que asustas? ¿Esas ganas de tener todo con títulos, planes rígidos? ¿Ese deseo de controlar el resultado?
A veces, algunas personas, basan el querer en la satisfacción del ego. En que el otro o la otra, me reconozca. Me dé lo que yo quiero, pido, deseo para el tiempo que yo diga, estipule, crea.
Me deje ganar sin que, necesariamente, yo tenga que ceder.
Pueda manejar la relación, hacia dónde va y cómo va, sin mucha interferencia.
Porque si me lo permite, realmente me ama. Sólo así sabré lo que siente.
Hoy te invito a continuar la exploración de quien fuiste en tus relaciones y quiénes fueron o son los otros en ellas. Y esta vez, en este reto del Día 5, reflexiona si existió o existe un desequilibrio de tu energía masculina.
Continúa la lista de ayer, el inventario de tu vida afectiva, pero esta vez haz el ejercicio de comparar ambas tablas y si, te sientes cómodo o cómoda, gradúa porcentajes.
El equilibrio no está en 50 – 50, hay momentos y circunstancias de la vida donde una energía predominará sobre la otra. Mi hipótesis está en reconocer que estar siempre de un lado y no activar el otro puede crear escollos.
Generar tensión, sumisión, peleas, dolor.
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Etapa de competitiva – overachiever (17-22)
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Etapa de me atrevo a compartir y darlo todo (22-23)
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Etapa del mundo está en mi contra, yo puedo sola (23-26)
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Etapa de me comprometo sólo si tú lo haces primero (27)
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Etapa de yo pongo las reglas (27)
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Etapa de construyamos un hoy juntos sin pensar en el mañana (28)
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Etapa de Parálisis (29)