Conocemos de la inteligencia cognitiva, la física y más recientemente, la emocional. Sin embargo, ¿se puede razonar la espiritualidad?
Según Horacio Krell, la inteligencia espiritual es una facultad que nos permite relacionar nuestro espíritu con la materia. Es decir, mide nuestra capacidad de comprender que somos parte de un todo y que el alma trasciende el cuerpo y la mente.
Para el doctor Ramón Gallegos la inteligencia espiritual es la última vía de conocimiento, es el conocimiento directo del ojo del espíritu conociendo los significados últimos la usamos para clarificar posibilidades no realizadas, y para trascender el materialismo de la vida, según publica la Revista Vinculando.org.
Al desarrollar este tipo de inteligencia, el ser humano puede aprender a ver las cosas como son y entender que los sucesos no ocurren en su contra o a favor. Simplemente son.
La inteligencia espiritual busca trascender el ego porque, en la medida en que se ejercite, se comprende que la realidad no es sino, un cúmulo de creencias y comportamientos que la recrean así.
Entre las múltiples técnicas que pueden ayudar a conectar los tres cuerpos la más sencilla (y difícil) es la respiración consciente. La atención plena o el mindfulness es una de las prácticas que sirven de abre puertas para que las personas centremos nuestros tres cuerpos y conectemos con el Ser superior.
Es al realizar la respiración consciente que nuestro alrededor deja de ser importante, que lo único que importa es el aquí y el ahora y que eso…basta.
En ese sentido, se podría considerar que Buda con la meditación Vipassana o Visión Cabal es producto de la inteligencia espiritual ya que con su práctica nos facilita comprender en profundidad las causas de nuestras creencias, pensamientos y acciones. Por consecuencia, entendemos mejor por qué y qué ocurre a nuestro alrededor.
De acuerdo al Instituto 3Q en el Reino Unido, hay tres pasos para experimentar la inteligencia espiritual :
- El primer paso es reconocer que existen dos polos en el cerebro que procesan la información de manera diferente. Un caso de estudio, un evento, un encuentro con algún ser querido puede ser interpretado de múltiples formas.
- El segundo paso es aprender a sentir. Usa la respiración como un canal para conectar con tu intuición o Ser superior para entender el origen de las emociones y los pensamientos que surgieron a raíz del caso de estudio en cuestión.
- El tercer paso es el más simple: llegar al ser. Al llegar a tu alma, empieza a deshilar la línea de preguntas: ¿quién eres frente a la situación? ¿Cómo reaccionas y te comportas? ¿Qué es la situación? ¿Qué te enseña? ¿Qué eres? ¿Qué sientes? ¿Por qué?
En qué nos beneficia cultivar la inteligencia espiritual
- Conocer más quiénes somos, cuál es nuestro propósito, por qué nos comportamos de ciertas maneras, qué valoramos más y en base a qué
- Valorar más nuestra existencia y la de los demás
- Desarrollar y apreciar nuestra sensibilidad a la belleza (proporciones, símbolos, significados, estética)
- Fluir mejor con la vida, distanciarnos de los sucesos y los sentimientos y entender por qué la realidad que vivimos es de una manera y no de otra
Es muy importante destacar que la inteligencia espiritual no es un sustituto de los otros tipos de inteligencia.
Si quieres conocer más sobre este tema te invito a ver la entrevista completa que le hice al trabajador de luz colombiano Juan Sebastían Arrubla, certificado y practicante de 3Q.
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