Una apuesta por la cocina consciente


La chef ejecutiva del restaurante de Casa Florecer, Andrea Arango, procura que cada plato cumpla con tres principios: riqueza de sabor, atractivo estético y vitalidad nutricional.

De pequeña Andrea sintió una gran pasión por la cocina y vio en ella, una forma de unir a la familia y seres queridos.

Tras años de estudio y trabajo en ramas diversas como la ingeniería y la publicidad para grandes marcas, Arango decidió capacitarse como coach de bienestar holístico y retomar la Cocina Consciente.

«Procuramos el balance en cada platillo para que promueva las capacidades reguladoras de tu organismo», dijo la chef ejecutiva.

Los productos orgánicos que componen cada receta son potenciados con las flores que decoran cada plato antes de llegar a las manos y el paladar de los comensales.

«Las flores son medicina sagrada y cada una representa una intención», explicó.

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Precisamente, Casa Florecer surge del reconocimiento de las terapias florales como claves para el bienestar ya sea a través de las mandalas, la aromaterapia, la ropa o la alimentación consciente o mejor conocida en inglés como mindful eating.

«A mí me gusta mucho hacer un ejercicio que se llama meditación para detección de mensajes del cuerpo. Entonces, cierra tus ojos, respiras y haces un escaneo corporal y vas desde la punta de los pies hasta la coronilla preguntando cómo está, cómo se siente. En el momento en que consciencias los malestares que puedes tener en tu cuerpo, lo puedes relacionar con tu alimentación», explicó.

Para la chef, es muy importante «estar muy atento a qué comes y cómo te cae. Puede haber personas que lleven su vida tomando lácteos y sintiéndose inflamadas y nunca se les ha ocurrido que a lo mejor esa inflamación se debe a que son intolerantes a la lactosa».

A un año de abrir sus puertas en el corazón del centro financiero de la Ciudad de México, el restaurante tiene como planes futuros extender su oferta culinaria a los negocios multi-pisos para romper con el mito de que la comida vegana es cara o poco sabrosa.

«No es ponerse a dieta, sino cambiar de hábitos. El origen de la palabra dieta es todo lo que consumes en un día, todos tenemos una dieta por eso es importante el balance. Yo soy una acompañante en un cambio de hábitos», explicó.

 

(Foto de portada: Casa Florecer. Foto de Andrea Arango tomada por Natalia Bonilla)

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