A mí me pasó. Si te soy sincera, sino fuera por la fama del libro The Little Book of Hygge de Meik Wiking (2016) jamás me hubiera imaginado que estas prácticas formaban parte de un estilo de vida y mucho menos que se llamaría así.
La tendencia ha sido mercadeada como “el secreto de la felicidad danesa” y las marcas de ropa, muebles y decoración del hogar han explotado al máximo el concepto. ¿Por qué limitarse a productos de bienestar si se puede comercializar un nuevo estilo de vida? Inteligentes, pues.
Escribo este post consciente de que existe intereses de mercado pero no por eso dejaré de compartirles algunas ideas que sí he comprobado -por experiencia propia y ajena- que dan resultados positivos.
Particularmente, son métodos efectivos para disfrutar más los tiempos de frío en este otoño e invierno.
-
Pasa tiempo en casa
Puede dar flojera leer esto o inclusive dar sensación de tacañería. Sin embargo, te invito a pensar ¿cuántas veces buscamos estímulos fuera de nuestras casas en vez de cuidar la energía de nuestros espacios?
Claramente, tus acciones definirán tu disfrute. No es lo mismo pasar dos horas leyendo un buen libro con taza de té que jugando Playstation. Cada acción tendrá resultados diferentes. Para ello, plantéate, ¿cómo paso el tiempo en mi casa? ¿Qué actividades productivas hago? ¿Cómo preparo mi hogar para potenciar mi descanso?
En un momento de mi vida, yo veía mi casa como un lugar para dormir. Vivía mi vida afuera. Pero mantener una visión así llegó a desgastarme y a buscar en espacios públicos (o en casas ajenas) un descanso que podía gozar mejor en la mía.
-
Crea un ambiente cómodo y acogedor
Este punto se une al anterior y más porque el concepto del hygge se basa en la cultura danesa. Los nativos de Dinamarca, uno de los países más felices del mundo, convierten sus casas en refugios acogedores precisamente porque son pocas las horas de sol. Gran parte de la vida social con amigos y familiares se lleva a cabo dentro de las casas por lo que mantas, alfombras, sofás y texturas como la lana, el algodón o el lino son frecuentes encontrar. También son muy dados a prender muchas y muchas velas y a preferir colores pálidos para calmar la vista en su decoración.
-
Disfruta de bebidas calientes
Chocolate caliente y té son los principales. Evitan el café por ser estimulante. Igual creo que todo dependerá de tu gusto y lo que te relaje.
-
Descubre lo que te da placer y vívelo
Con el ritmo de vida acelerados de las ciudades nos olvidamos de separar tiempos diarios y semanales para el auto cuidado, para hacer actividades que nos centren o mejor aún, para no hacer nada. Sí, estamos tan preocupados de hacer siempre algo que olvidamos desconectar de redes sociales, el teléfono, los pensamientos, el mundo.
Si algo invita el hygge, que tiene resonancia con las filosofías orientales también, es que disfrutemos el “ser”, el “estar”, el “vivir”.
Intenta traer un poco de esa chispa a tu vida a ver cómo te va.