La luz de una vela iluminaba una pequeña estatua de Buda ubicada en el centro del escenario. Una versión del Buda de Bali, una isla que marcó el caminar espiritual de María José Flaque, creadora del portal Mujer Holística.
Cuando María subió a las tablas, el auditorio se iluminó completamente para darle paso a uno de los momentos más nerviosos y significativos de su vida: la presentación de su primer libro.
«No he contado mucho de mi historia porque para mí ha sido muy importante mantener cosas que no he procesado todavía muy adentro mío», aclaró en su charla ayer en el Gimnasio Cultural Moderno de Bogotá.
El lanzamiento de una de las obras más vendidas en Colombia representó el fin de un proceso de transformación y el inicio de uno nuevo para quien se ha convertido en un modelo de inspiración para miles de mujeres.
Su conferencia estuvo dividida en secciones, algunas representativas de los ocho capítulos de su libro, acompañadas por música y mantras en vivo de Mónica Fuquen. María habló de los inicios de Mujer Holística, cómo venció el miedo de mostrar su rostro a miles de seguidoras, cómo reinventó su carrera y vida. También, cómo abrazó su imperfección. Habló sobre los momentos más tristes y difíciles de su vida como lo fue la pérdida de su madre, su piedra fundacional y cuánto le costó encontrar nuevamente el rumbo por sí misma.
En «Soy una mujer holística» enfatiza que la vida es una serie de procesos cíclicos y no lineales y que es mejor rendirse (diferente a tirar la toalla) para entregarnos a una fuerza superior. Rendirse es reconocer que «quizás yo no tengo todas las respuestas y el universo tiene algo más grande para mí».
«Hay que darnos permiso de que podemos soñar, de que la vida nos puede dar más», explicó la escritora y coach que dicta cursos de abundancia, meditación y emprendimiento.
Además, instó al público – la mayoría seguidoras de su evolución desde hace años – que practicaran el merecimiento, que rompieran con las creencias limitantes y la educación que habían recibido sobre qué debían ser. «Dicen que vinimos a aprender para luego desaprender», dijo.
«Somos la infinidad pura» y «responsables de la energía que damos al mundo». Precisamente por ello, a su juicio, «la vida va a destruir estructuras que nos están limitando».
«La libertad es cuando ya no tenemos nada que perder, cuando ya no somos nada de lo que creíamos que éramos nos damos cuenta que somos libres y que somos todo y somos nada», una lección que reconoce le costó mucho entender. ¿Por qué? Porque usualmente conectamos la palabra «pérdida» a cosas materiales o relaciones humanas y evitamos referirnos a ella para describir el despojo de capas del Ser.
No fuimos enseñados a dejar de ser quiénes nos dijeron que éramos ni tampoco nos es cómodo revisar nuestras propias percepciones de identidad. Nos da miedo quitarnos la identidad que nos define por miedo, mucho miedo, a encontrar algo que no nos guste e inclusive pensar que no encontraremos nada. Que no seremos nadie ni nada. Cuando se supera ese miedo y se confía en el resultado, descubrimos la dualidad. Nada se pierde ni se destruye, sólo se transforma.
«Siempre puedes escoger el amor», dijo.
El 2018 trae a María un año lleno de sorpresas, hoy se prepara para vivir como nómada por un año para continuar creciendo y compartir sus experiencias consciente de que «lo hago por mí y por el mundo que quiero ver».
FRASES QUE SUMAN
Libro: Soy una Mujer Holística
- La fuerza de la destrucción es sagrada y poderosa. Llega cuando la vida que estamos viviendo ya no nos corresponde, cuando es demasiado pequeña para nosotras y tenemos otro camino por andar
- Olvidemos lo que conocemos hasta ahora, lo que es común y las creencias de la sociedad sobre cómo debe ser la vida. Nuestro pasado no determina el futuro. Los sueños no pueden manifestarse si tenemos creencias, pensamientos y emociones que los atan y los mantienen en el pasado.
- La historia más linda jamás contada nunca ocurrió gracias al poder de la mente, ocurrió por el poder de los sueños.
- Las lecciones siempre estarán allí: está en nosotras decidir cómo aprendemos. Por miedo de una experiencia llena de amor o del miedo a enfrentarnos a ellas
- La energía no tiene límites físicos; está en todo nuestro alrededor, por ejemplo, está presente en los sueños, en las relaciones y en todas aquellas cosas que deseamos manifestar. Solamente debemos elegir verla y poner nuestra atención allí para que pueda tomar forma y manifestarse libremente en el plano físico.