Feminicidios en México


La nueva exhibición del Museo de Memoria y Tolerancia, ubicado en la Ciudad de México, documenta cómo la misoginia y el machismo son causantes de los asesinatos de unas siete mujeres cada día en el país latinoamericano.

Ciudad de Juárez se convirtió en un lugar temible para ser mujer. Para 2010, se reportó cerca de 60 homicidios por cada 100.000 mujeres, según datos de la organización feminista Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez. La cifra de muertes registradas en esta localidad de Chihuahua y en el resto del territorio federal no es precisa ya que las estadísticas que recopilan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y la Secretaría de Salud de México no distinguen asesinatos por razones de género. Así lo denuncia el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, integrado por unas 40 organizaciones de mujeres y derechos humanos de México, que se ha unido al llamado latinoamericano Basta ya (Ni una menos, Vivas nos queremos) y que ha investigado casos de 16 de los 31 estados de la nación.

La académica Diana Russell usó por primera vez el término feticidio en el Tribunal Internacional de Crímenes en contra de la mujer en Bruselas. En oposición a los términos “homicidio” o “asesinato”, el femicidio buscaba explicar el odio extremo a las mujeres por su condición de género. En México, las intelectuales Marcela Lagarde y Julia Fragoso, entre otras feministas, ampliaron la propuesta de la palabra -de femicidio a feminicidio- para incluir todas las conductas violentas que pueden, o no, ocurrir hasta causar la muerte de las mujeres.

Para la muestra “Feminicidios en México ¡Basta Ya!” que el Museo de Memoria y Tolerancia inauguró esta semana, se recopilaron 25 casos de mujeres víctimas de la forma más extrema de la violencia de género. De esa lista de expedientes de asesinatos cometidos en Ciudad Juárez, Jalisco, Veracruz, Estado de México, Ciudad de México, sólo se ha encontrado al agresor de uno. Los otros 24 quedan pendientes de la justicia.

La desaparición de mujeres es otro agravante de la violencia de género. Para evidenciarlo, una sala del plantel cuenta con una cruda instalación de 30 impresiones en color de los carteles con fotografías de mujeres desaparecidas en las calles de Ciudad Juárez.

La violencia sexual es otro delito probable al que las féminas se ven expuestas, independientemente de que sobrevivan o no. Las voces de hombres que repiten de manera insistente “tenías que ser mujer”, “seguro se lo ganó por ser puta” o “calladita te veías más bonita” acompañan  al fondo la exposición de las historias de las 25 víctimas de alguna de las cinco tipologías del feminicidio: íntimo, familiar íntimo, infantil, sexual sintético y ocupaciones estigmatizadas.

El 41% de víctimas como Grettel Rodríguez Almeida tenían entre 20 y 40 años. Los cuerpos de 21 % de ellas fueron encontrados en vías públicas. Algunos, totalmente desmembrados.

La exhibición -que cuida mucho evitar la revictimización- también cuenta con una sala con la labor fotográfica de Mayra Martell titulada “Cuartos vacíos” destaca por su silencio. Por las imágenes de habitaciones abandonadas de niñas y adolescentes desaparecidas o asesinadas. Recuenta Martell en una reflexión que, tras documentar los espacios y objetos personales de mujeres desaparecidas desde 2005, ha comenzado a extrañar y ha sentir el vacío de sus madres o familiares.

“Quisiera decirles que he aprendido a extrañar con ellas, que desde hace tiempo me siento incompleta, que me han hecho entender lo que es amar en la profundidad de la memoria. Y que ya no pienso en la palabra ‘muerte’ porque supe que el extrañar, cuando se ama es mucho más eterno que morir,” reflexiona Martell en su Ensayo de la Identidad.

Una fila de zapatos rojos de mexicanas asesinadas cuentan con inscripciones en su interior. Los nombres y sueños de sus dueñas y recostados de una pared que evidencia que Latinoamérica es la región con mayor índice de feminicidios e impunidad para resolver estos casos y reducir la tendencia. Aparte del machismo y el sistema patriarcal que refuerzan políticas y acciones violentas contra las mujeres en esta área geográfica, los analistas de la exposición recalcan que el crimen organizado y el narcotráfico también son dos factores que aumentan los asesinatos hacia las mujeres.

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en México, aprobada en 2007, establece que la violencia feminicida incluye actos que pueden culminar en el homicidio aunque ninguno de los estados que han tipificado este delito reconoce en su código penal el feminicidio en grado de tentativa.

Según datos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, Campeche, Colima, Ciudad de México, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz son los únicos estados y ciudades del territorio que cuentan con protocolos con perspectiva de género.

Chihuahua, el estado al que pertenece la Ciudad de Juárez, es el único que no ha tipificado el feminicidio.

(Fotos de portada y nota tomadas por Natalia Bonilla)

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