Donald Trump permanecerá irreverente en las próximas semanas. Esquivará las críticas y las desviará a su oponente Hillary Clinton con el interés de mancillar aún más su imagen. Mantendrá una narrativa conflictiva para dificultar la toma de decisiones en los comicios presidenciales del próximo 8 de noviembre. ¿Cómo? Sembrando dudas, miedo y avivando fuegos semi-apagados (raza, economía, inmigración, etc). La estrategia de Clinton, en cambio, será convencer al pueblo estadounidense de que el magnate nunca estuvo ni estará apto para asumir la presidencia, muy a pesar de que este enfoque atente en su contra (como explicaré más adelante), revelando así un juego político de crisis por partida doble.
«Our brand is crisis» fue el título de un documental, una película y ahora, pareciera encabezar las campañas presidenciales tanto de Clinton como de Trump. Sin embargo, a diferencia de los dos primeros productos audiovisuales -que hacen referencia a hechos reales-, la opinión pública en EE.UU. está dividida entre quién debe ostentar el cargo porque en vez de haber creado una crisis que ayude a los candidatos, sólo ha provocado una catálisis. Los dos se proyectan como la antítesis de cada cual y eso ha provocado que, ahora mismo, la discordia e indecisión de los votantes gire en torno a los perfiles de cada uno y no a sus plataformas políticas.
Hay razones para no querer a Clinton, por representar la elite (o «establishment»), ser mujer (o no representarlas «bien») y por sus múltiples escándalos. También hay aquellos que tampoco quieren al mando del país norteamericano a un empresario multimillonario -sin experiencia política- que se proyecta como narcisista, todopoderoso y, si tomamos en cuenta el video difundido la semana pasada, se le podría añadir «viejo verde» a la lista de epítomes.
Entre lo bueno, malo y feo que ha dejado esta pugna electoral atípica se puede destacar:
Lo bueno
- Una amplia discusión mediática sobre política y género
- El hecho histórico de que por primera vez una mujer es confirmada como candidata a las elecciones presidenciales, rompiendo algunos estereotipos (claramente, no todos)
- Cuestionamientos relacionados a la conducta y moral que deberían adoptar los candidatos presidenciales
- La atención a fallas e injusticia del sistema hacia comunidades afroamericanas, hispanas y pobres, entre otras
- El planteamiento de un nacionalismo proteccionista y, a raíz de la inconformidad interna, un cambio en el rol de EE.UU. en el mundo
- El uso de la técnica de comprobación de datos que exponen los candidatos para orientar a la población
Lo malo
- La falta de transparencia de ambos candidatos, quienes pierden más tiempo en los debates explicando polémicas personales y no en proponer soluciones al pueblo
- La estrategia de Clinton de presentarse como la mejor alternativa a Trump, destacando su incapacidad política en vez de proyectarse como la mejor alternativa para EE.UU.
- El peligro que presenta para Clinton las diversas propuestas que ha prometido para lograr el voto de la mayoría de los sectores, lo que le podría ser contraproducente de ganar la elección
- El peligro que presenta la reducida y ambigua plataforma de Trump que fomenta la xenofobia y la cultura de violencia
- Las crecientes filtraciones de Wikileaks que hieren la campaña de Clinton
- Las crecientes denuncias contra Trump y, por consiguiente, las que ha hecho él contra su partido
- La labor de los medios de comunicación nacionales en reportar la campaña presidencial 2016 como una contienda entre «el bien y el mal», satanizando la figura de Trump y resaltando la de Clinton, o viceversa
- Las dudas sobre el estado de salud de Clinton
- El contenido y la sobre exposición de los e-mails de Clinton
Lo feo
- Los ataques personales de Trump hacia Clinton por los abusos sexuales que se alega hubiera cometido su esposo y expresidente Bill Clinton
- La amenaza de Trump de pedir una investigación especial contra Clinton en aras de encarcelarla
- El desvío de la atención mediática y pública de la viabilidad de las plataformas políticas de ambos candidatos
- La búsqueda de influencia de los medios de comunicación y figuras mediáticas para incidir en los resultados
- El poco nivel de consecuencia que tienen las condenas hechas por los principales medios de comunicación y líderes políticos y comunitarios sobre esta contienda
- El deterioro del Partido Republicano por permitir llegada de un empresario sin experiencia política a las nominaciones y darle rienda suelta a su discurso separatista sin pena aparente
- El deterioro del Partido Demócrata tras darse a conocer la forma nebulosa en que la campaña de Clinton acabó con la de Bernie Sanders
- El rol de Rusia en la intromisión de las campañas presidenciales y su eventual postura hacia la próxima administración
- Las cuestionables propuestas políticas que dan pie a violaciones de derechos humanos y civiles en una democracia
- La incertidumbre de qué pasará si Trump llega al poder y cómo será su estilo de gobernar
- La incertidumbre de qué pasará si Clinton llega al poder y si cumplirá con todas sus promesas
(Foto montaje en la portada fue tomado de http://www.c3metrics.com, con fotos atribuídas a CNN)
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