Rami Elhanan, de 65 años, es israelí y no guarda reparos en describir al palestino, Bassam Aramin, como “la persona más cercana a mí en este mundo”. Ambos son padres y cada uno perdió una hija a consecuencia del conflicto israelí-palestino.
“Uno tiene dos opciones, vengarse, que no hace más que contribuir a un ciclo de la

violencia sin fin, o tratar de entender por qué esto ocurrió y cómo prevenir más dolor”, indica Elhanan, quien nos presentó el grupo Parents Circle – Families Forum, como parte de la agenda del seminario en Herzliya.
Fue en uno de los grupos que creó esta organización -de origen palestino israelí y que cuenta con más de 600 familias participantes-, que Elhanan conoció a Aramin.
“Fue la primera vez en mi vida que vi a los palestinos como seres humanos”, reconoce Elhanan, ex veterano de guerra y artista gráfico en la actualidad.
El sufrimiento por la muerte de su hija Smadar, víctima a los 14 años de edad de dos ataques suicidas de palestinos en Jerusalén, lo acompaña todos los días. “Es un dolor que no se va”, dice al relatar el suceso que tuvo lugar el 4 de septiembre de 1997.
“Como no entendemos al otro se nos hace fácil convertirnos en guerreros desde pequeños y unirnos a los grupos militares locales”, explica Aramin, quien vive a 20 minutos del reconocido muro que divide a Israel de Cisjordania.

Aramin está casado y tiene seis hijos, una familia que describe con mucho orgullo como “mi propia Palestina”. Le falta el aire cuando intenta recordar la muerte de su hija Abi, a sus 10 años de edad.
Abi fue víctima de un disparo a la cabeza, justo afuera de su escuela, por un policía fronterizo israelí. Aunque la bala era de goma, el golpe fue mortal.
“Cualquiera puede vengarse”, dice, “pero eso no funciona. Este dolor es para siempre, tú no vas a volver a ver a tu hija”.
Por ese dolor y otras razones, era de esperarse que encuentro inicial entre Elhanan y Aramin fuera intenso.
“No pensábamos en hablar, sólo queríamos pelear”, relata el palestino, quien reconoce haberse interesado en la historia y cultura israelí luego de haber visto la película «Schindler’s List” (1993).
“Hice una maestría en estudios sobre el Holocausto. Quería utilizar el conocimiento como herramienta para conocer al enemigo y derrotarlo”, apunta. Sin embargo, tras repetidas sesiones con “Parents Circle” pudo palpar que, aunque las circunstancias fueran diferentes, ambos buscaban lo mismo: “justicia”.
“Tú nunca vas a aceptar que tú eres un hombre violento”, alude Aramin. Según el

palestino, “debemos vivir en estas tierras. Los israelíes nunca van a renunciar a su existencia y los palestinos nunca vamos a renunciar a nuestra libertad”.
Elhanan coincide con ese último planteamiento y aboga por el poder del diálogo para fomentar la sanación de familias y sociedades.
“Uno puede enseñarse uno mismo a escuchar…hay que tener esperanza en que esto va a funcionar porque la alternativa es horrenda”, dice el exmilitar.
Al preguntarles sobre el futuro, cuándo ven que ambas sociedades podrían sentarse a dialogar en una mesa y mirar hacia adelante, Elhanan responde con firmeza que el momento llegará “cuando el precio de no tener paz sea mayor al de alcanzarla”.
Esta charla con Elhanan y Aramin se dio después de la presentación del documental “Two sided story” que recopila la loable labor de “Parents Circle”, una entidad creada en 1995.
Acá les paso un video que cuenta con el tráiler prolongado del documental y un foro con la directora del filme, Tor Ben Mayor, y Aramin que contestan preguntas muy pertinentes al conflicto y sus posibles soluciones.
Definitivamente, les recomiendo conseguirlo. Es un filme que retrata el drama y el sufrimiento de ambas sociedades a través de una serie de historias personales, yuxtapuestas, sus miedos y sus luchas por hacer paz con el pasado y seguir adelante.
Espero sus comentarios, hasta pronto.
(Fotos por Natalia Bonilla)
Como dijo Gandhi, no hay camino para la paz, la paz es el camino. Romper el ciclo de odio, dejar de ver al otro como el enemigo. Gracias por el artículo.
Es difícil, pero no imposible. Gracias.