Nunca me han gustado las etiquetas. Considero que limitan, cohíben y promueven estereotipos y prejuicios.
Claro que estoy consciente que ayudan a identificar, excluir/incluir para poder definir el “yo” en base al “otro”. Sin embargo, mi mentalidad de “Joven del Milenio” me urge vivir y ser aceptada sin ataduras. Sin clasificaciones que puedan obstruir mi potencial o delinear mi talento en crecimiento.
Porque aun teniendo varias ideas sobre lo que quiero alcanzar en el futuro, la incertidumbre que acompaña al maravilloso presente me sugiere no ser terca y trazarme un solo camino. Y lo irónico de ese argumento es que, para avanzar o simplemente moverme, debo elegir una ruta…
Hoy redefino mi blog a “Ser Cosmopolita”. Una etiqueta que no me incomoda del todo, que engloba gran parte de mis intereses y que servirá de base para iniciar este experimento de encontrarme con los discursos del mundo, aprender a participar en ellos o meramente analizarlos.
A nivel profesional, soy periodista y productora. Hago documentales y proyectos de investigación de política internacional. El periodismo internacional es mi pasión.
A nivel personal, soy humorista, honesta y aventurera. Me gusta conocer gente, leer y viajar. El olor del mar me inspira paz; cocinar y pintar me brindan sosiego.
A punto de cumplir un año más de vida, pensé idóneo comenzar un diario de reflexión.
Este es mi intento.